Durante la madrugada del domingo, los Guardianes de la Revolución de Irán, el cuerpo militar ideológico de la República Islámica, llevaron a cabo un ataque con drones y misiles contra Israel como respuesta al reciente ataque a su Embajada en Siria. Los rebeldes hutíes de Yemen y el Hezbolá libanés, ambos respaldados por Irán, también anunciaron que lanzaron drones y cohetes hacia puntos fronterizos con Israel.

La televisión estatal iraní, citando al Departamento de Relaciones Públicas de los Guardianes, informó que la operación, llamada "Promesa Honesta", fue autorizada por el Consejo Superior de Seguridad Nacional y supervisada por el Estado Mayor General de las Fuerzas Armadas. El Ejército israelí confirmó la llegada de numerosos drones procedentes de Irán y comenzó a rastrearlos con la intención de derribarlos.

Israel, a través de sus Fuerzas Armadas, afirmó que sus capacidades de defensa aérea incluyen diversos sistemas como Iron Dome, David's Sling y el sistema de misiles Arrow. Además, anunciaron la cooperación con Estados Unidos para neutralizar y derribar los drones iraníes. Jordania e Irak cerraron su espacio aéreo ante la amenaza, al igual que Israel.

El gobierno de Estados Unidos estima que Irán lanzará cientos de drones y misiles desde su territorio y desde países aliados como Irak, Siria y el sur del Líbano. Este ataque se produce tras el bombardeo atribuido a Israel contra el consulado iraní en Damasco, en el cual murieron siete miembros de los Guardianes de la Revolución, incluidos dos generales de la Fuerza Quds, el brazo de operaciones exteriores de Irán. El ayatolá Alí Jamenei, líder supremo de Irán, reiteró su mensaje de que "el régimen diabólico será castigado".