El domingo pasado se llevó a cabo el primer debate presidencial en México, un evento crucial en la carrera hacia la presidencia que contó con la participación de Jorge Álvarez Máynez de Movimiento Ciudadano, Xóchitl Gálvez del PAN, PRI y PRD, y Claudia Sheinbaum de Morena, PT y PVEM. Este debate ofreció a los votantes una visión de las propuestas, personalidades y estrategias de los candidatos, destacando varios momentos memorables que podrían influir en la contienda electoral.

El debate comenzó con una sorpresiva intervención de Claudia Sheinbaum, quien, en lugar de responder a la primera pregunta de los moderadores, optó por felicitar al cuerpo diplomático mexicano que regresó de Ecuador tras un incidente en la embajada de México en ese país. Este hecho estableció el tono de un debate lleno de sorpresas.

Xóchitl Gálvez inició una serie de ataques hacia Sheinbaum, acusándola de ser “una mujer fría y sin corazón”, especialmente por su manejo de las protestas de padres de niños con cáncer. Estas acusaciones personales fueron constantes durante el debate, con Gálvez criticando la gestión de Sheinbaum durante el sismo de 2017 que afectó al Colegio Rébsamen, alegando "negligencia criminal".

Jorge Álvarez Máynez se enfocó en atacar a Gálvez, presentándola como cercana a figuras polémicas del PRI como "Alito" Moreno y Manlio Fabio Beltrones, tratando de retratarla como parte de lo peor de la política tradicional mexicana.

Sheinbaum respondió a las acusaciones sobre su gestión de la Línea 12 del metro, enfatizando la necesidad de presentar pruebas en las acusaciones de corrupción. También contraatacó a Gálvez, acusándola de lucrarse de la tragedia y de tener declaraciones patrimoniales contradictorias.

Un momento destacado del debate fue cuando los cronómetros presentaron fallas, y Sheinbaum aprovechó para hacer una broma sobre la oposición, sugiriendo que querían "robarse hasta la bolsa del tiempo". Por otro lado, Máynez criticó el derroche de recursos en campañas de Sheinbaum y Gálvez, mostrando imágenes de espectaculares como prueba de sus acusaciones.

El cierre de Gálvez fue particularmente comentado, ya que, al leer su discurso final con titubeos, mostró accidentalmente la bandera de México al revés, un error que no pasó desapercibido en las redes sociales y que podría simbolizar las tensiones y la presión del momento.